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ZOMBRA

@zombraenlapared

“La Ciudad de México, de donde yo vengo, es mi mayor inspiración: lo que pasa allá afuera, el cómo se ve en la noche, la arquitectura erosionada por el paso del tiempo, las calles mugrientas, ruidosas y coloridas, y el caos. La repetición es poderosa y crear grafitis en las calles le aporta energía a la ciudad”.

Zombra nace en 1983, vive y trabaja en la Ciudad de México. Su producción se manifiesta a través del dibujo, pintura, escultura, zines entre otras. Todo con origen en la práctica del grafiti.

El personaje que utiliza es una silueta a manera de sombra, que continuamente presenta en sus piezas gráficas y en ocasiones se transforma en un axolote, haciendo referencia al colectivo de grafiteros “AXS” (Axolotes). Esta figura acompaña la constitución de un imaginario que tiene como objetivo el comunicar las complejidades del vivir, transitar y saberse en la ciudad. Utilizando símbolos de poder para romperlos y quemarlos; apelando al especismo, protestando.

Por otro lado, el ineludible ícono “ZO” es un elemento imprescindible en el paisaje de la Ciudad de México, el cual se traslada a través de camiones, escaparates, muros y monumentos. Lo encuentras tanto en el centro histórico, como en los suburbios periféricos, y en las carreteras. Dicha bomba es omnipresente, y sin embargo se mantiene como una firma anónima.

Aunque se pueden encontrar colores en la pintura de ZOMBRA, su paleta se conforma esencialmente de negro y plata; el inconfundible claroscuro del vandalismo. Su práctica es diversa, pues ha explorado las diferentes posibilidades de la pintura en aerosol en distintos sustratos además del muro, tales como artesanías, cerámica, señaléticas, etc. Sin embargo, su mayor producción de obra se exhibe, ilegalmente, en calles de la Ciudad de México y en algunas ciudades del mundo.